jueves, 24 de marzo de 2011

A tientas

Aquella noche siniestra
en la pampa me hize errante,
la inzertidumbre delante,
detrás las fauces sangrientas,
el paso lo daba a tientas,
con el corazón jadiante.

Salí a vezes del monte
medré en moradas sombrías,
huyendo de las jaurías,
vi en la pared solitaria,
formando ronda gregaria,
unas siluetas vacías.







1 comentario:

  1. Salud don Aparicio. Maravilloso lo suyo.Las fauces sangrientas terminarán entre rejas muy pronto, todas y cada una.

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