jueves, 12 de noviembre de 2015

Piedras





Hacía dos días que no veía al Rudecindo. Lo encontró al atardecer. Estaba tirando piedras en la laguna de Pila. El último canto rodado hizo patito rebotando tres veces en la superficie del agua antes de hundirse. La pequeña hazaña no le cambió el ánimo: -"La paisanada esta aletargada, don Aparicio. Se traga pózimas de veneno como si jueran bizcochos".


Aparicio:

Levantezé compañero,
no hay tiempo para plañir,
no es cuestión de tranzijir,
cuando vienen por lo nuestro,
si el porvenir es ziniestro,
afile el facón pa' seguir.


-"¿No zería mejor una UZI, don Aparicio?"


No hay comentarios:

Publicar un comentario