sábado, 18 de abril de 2009

Aparicio agredido en su propio rancho.


Una lejana mañana, el Aparicio despertó con el corazón en la boca. El agresor, gritando desaforado, venía directo a ensartarlo con un arma punzante. Yuri, el gallo mudo, se escabulló por la ventana dejando un reguero de plumas en el aire.
Aparicio:

Entró de modo violento,
Le juro, me hizo temer,
Rabioso me quiso ofender,
vi el pico ensangrentado,
Supe que aquel desquiciado,
Era Ramón Mercader.

Sin que mediara suspiro,
Saqué el cuchillo primero,
Encaré pa’l entrevero
Con una furia imprevista
Y aunque no juera trotskista
Mi puñal jué más certero.
.

El rastro de sangre del fugitivo se perdió entre los maizales.
APARICIO TRAMONTINA, UN FACÓN HECHO CANTO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario