viernes, 3 de abril de 2009

Aparicio enfrenta a un poeta engreído



El suceso ocurrió un primero de mayo, mientras el Aparicio punteaba La Internacional en compañía de peones llegados de la Patagonia. Enfundado en ropa de esgrimista, el provocador irrumpió sin pedir permiso.

A la pampa han infestad
anarquistas y malones
hay que buscar soluciones
rigurosas e inclementes
dijo en versos vehementes
un tal Leopoldo Lugones.

Su glosa desaforada
Y su atitú represora
enfrentamos sin demora
Con juerzas desenfrenadas
Lo corrimos a patadas
Con la gente de la FORA.

Visiblemente estropeado, el poeta deambuló entre cardos y espinillos. “Ha llegado la hora de la espada”, amenazó antes de caerse en la Zanja de Alsina.
APARICIO TRAMONTINA, UN FACÓN HECHO CANTO.

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