miércoles, 10 de diciembre de 2008

Jimmy Hendrix y Tramontina: contrapunto en la pampa.






Yuri, el gallo mudo del Aparicio, lo despertó como todos los días, picoteándole las patas que sobresalían del catre. Afuera, recostado sobre un poste, el morocho afinaba la guitarra. “Bonita vincha, paisano. ¿Dónde la compró?”, saludó el Aparicio. “En San Francisco”, contestó el forastero. Aparicio sonrió: “El mes que viene tendré que llevar una tropiya pa’ Córdoba. Voy a aprovechar pa’ comprarla”. Hendrix siguió ensimismado en las cuerdas de su guitarra.
Sentados sobre dos cráneos de vaca dieron rienda suelta al contrapunto.


El Morocho:

De California yo vengo,
Abrasado por el sol,
Mi guitarra es un crisol
No reconoce frontera,
Levanta como bandera
Sexo, droga y rockanroll.


Aparicio Tramontina:

Pa’ lo primero aconsejo
Visitar a la Ludmila
Su cuerpo placer destila
Y pasión desenfrenada
Garganta Profunda es llamada
En la comarca de Pila.


El fulgor del firmamento pampeano fue más intenso esa noche.
APARICIO TRAMONTINA. UN FACÓN HECHO CANTO.

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